Los precios mundiales del trigo están siendo afectados por una serie de factores, incluyendo la competencia por la cuota de mercado y la oferta de suministros rusos. Los futuros del trigo en Chicago se encaminan a su “sexta” pérdida mensual consecutiva, la racha de descensos más larga en dos décadas . Esto parece indicar un nuevo enfriamiento de la inflación alimentaria a nivel mundial y que se sostendrá en el tiempo.
La Unión Europea ha recortado sus perspectivas de exportación debido a la competencia por la cuota de mercado . La atención se centra ahora en las perspectivas de las cosechas mundiales de trigo de este año. Es probable según indican los analistas de Bloomberg, que los agricultores estadounidenses siembren más, y casi toda la cosecha francesa de trigo blando se de conforme a las expectativas de rendimiento, incluso las supere.
En cuanto a cómo esto afectará a los precios de los alimentos y al crecimiento de la inflación en Europa durante los próximos tres meses, es difícil predecir con certeza. Aun con esta elevada incertidumbre está claro que la reducción en el precio de los futuros del trigo puede tener un impacto en el costo de los alimentos y, por lo tanto, en la reducción de la inflación.
Además, los operadores están atentos a las negociaciones sobre la prórroga del acuerdo de exportación de cereales con Ucrania, ya que Rusia tan solo ha dado 60 días de acuerdo de exportación y 120 días de prórroga muy lejos de las expectativas que tenía la ONU.
Otros alimentos que también oscilan y marcan la ruta alimenticia son, los futuros del maíz que cotizan a mínimos desde principios de enero. La soja, por el contrario, se ve favorecida por la sequía en Argentina, y una buena cosecha en USA, este verano será crucial para impedir que los precios suban mucho más.
Todo esto se verá reflejado en la foto más exacta que se publicará a principios de abril, cuando las Naciones Unidas a traves de la FAO (Organización de la ONU para la alimentación y agricultura) publique su índice de precios de los alimentos correspondiente a marzo. El indicador podría prolongar su caída desde el mínimo registrado en septiembre de 2021, siendo esto una posibilidad casi remota debido al estancamiento del dato durante el mes de febrero.
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