La popularidad de Aston Martin ha crecido con la expectación generada con Fernando Alonso y, de forma inevitable, la prensa salmón se ha hecho eco del supuesto contagio a la cotización de la compañía en forma de subidas.

Sea por el efecto Fernando Alonso o no, la realidad es que Aston Martin acumula un nada despreciable +40% en las últimas semanas y un +256% desde los mínimos marcados en octubre del pasado año 2022.

Lawrence Stroll ha comprado con fuerza en las últimas semanas, así como el resto de insiders. Eso es una realidad. No obstante, no parece que los fundamentales de Aston Martin a día de hoy sean mucho mejores que hace algunas semanas atrás. Basta con echar un rápido vistazo a sus datos fundamentales para caer en la cuenta de que no tiene beneficio operativo, no tiene EPS ni FCF positivos y, por supuesto, no da beneficio neto.

Desde el punto de vista técnico, no sería un valor que tendríamos en cartera por muchos motivos, entre ellos podríamos destacar la tendencia bajista de largo plazo (recordemos que Aston Martin acumula casi un -97% desde el año 2019).

En el momento actual, llegando a la directriz bajista, la cotización muestra síntomas de freno en la subida que se junta con unos indicadores que muestran una clara sobrecompra.
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