El último trimestre del año ha comenzado con un fuerte rebote en los mercados financieros. Entre otras cosas, esta ola de optimismo se debe a las esperanzas de una Fed menos dura. Más leña al fuego podría haber añadido el cambio del rumbo del Banco de Inglaterra.
Ante una política irresponsable por parte de Liz Truss, el BOE se vio obligado a volver a la compra masiva de bonos británicos para estabilizar la economía. La subida de la libra esterlina apunta a cierta normalización en los mercados. Cabe mencionar que el QT extraordinario debería termina el 14 de octubre.
Esperemos que la situación política en país no se deteriore a posteriori. ¿Por qué lo digo? Aparentemente, algunos parlamentarios conservadores han escrito ya cartas de no confianza en la primera ministra al llamado comité 1922 -que se encarga de organizar las elecciones primarias.
El hecho de que David Cameron, Theresa May y Boris Johnson dimitieron antes de terminar su mandato indica que el riesgo de una moción de censura es real. Cabe mencionar que el 75% de los británicos cree que el Partido Conservador en el poder ha perdido el control de la situación económica del país.
En el caso de EEUU, me preocupan principalmente recientes comentarios de los miembros de la Fed. Asi, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, afirmó que, a pesar de la relajación de las presiones inflacionistas, el trabajo del regulador aún no ha terminado.
De tal manera que la política monetaria seguirá siendo contractiva hasta que la inflación regrese al objetivo del 2%. Teniendo en cuenta reciente subida de los precios de petróleo (provocada entre otras cosas por el riesgo de una reducción de producción de la OPEP), la presión inflacionaria será difícil de combatir.
Otro factor negativo para los mercados podrían ser los resultados empresariales. Dado que el crecimiento económico mundial se está ralentizando, las previsiones de beneficios de las empresas podrían disminuir. Por cierto, NIKE, Inc. Recientemente informó de un descenso del beneficio trimestral y señaló el impacto de factores negativos en la rentabilidad.
En general, según FactSet, se espera que el S&P 500 registre un aumento del 3,5% (interanual) en los beneficios por acción del tercer trimestre. Los sectores de servicios de comunicación y financiero son los que más se alejan (-13,1% y -11,6%).
Michael Bury, por el otro lado, advirtió de que la bolsa estadounidense seguiría cayendo. También comparó el mercado de valores actual con un teatro abarrotado y advirtió que muchos inversores pronto se verán "aplastados" cuando todos se apresuren a salir al mismo tiempo.
Resumiendo, podríamos estar ante el llamado “bull trap” o “trampa alcista”. De hecho, en pre-market los futuros de índices estadounidenses otra vez se encuentran en el territorio negativo. ¿Y ahora qué? Como dijo Ray Dalio, “Cash is King”. Al mismo tiempo, si el mercado vuelve caer a 3,500, podría ser una buena oportunidad de entrada.
PS: os invito a la discusión del tema. ¿Cómo veis el mercado? ¿Qué perspectivas tiene hasta finales del año? ¿Qué sector preferís? y ¿Con qué frecuencia reajustáis vuestra cartera?
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