El miércoles, los precios del oro superaron los $2400 por onza, recuperando terreno tras las pérdidas acumuladas en la semana. Este repunte se dio mientras los inversores evaluaban los riesgos de una recesión en Estados Unidos y reconsideraban sus posiciones entre el oro y el efectivo, luego de las ventas masivas en los mercados de riesgo el lunes. La menor volatilidad durante la semana permitió que las expectativas moderadas sobre la Reserva Federal sostuvieran la demanda de lingotes de oro, tras un breve episodio de ventas impulsivas. Los contratos de futuros ahora reflejan un amplio consenso de que el banco central podría reducir las tasas de interés en 100 puntos básicos en las tres reuniones restantes del año, lo que disminuiría el costo de oportunidad de mantener metales preciosos sin rendimiento y favorecería una subida en los precios del oro.
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